Decoración Zen, deja que todo fluya

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Esa rama del budismo que se ha hecho tan popular en los últimos tiempos y que nos propone una enseñanza basada en el equilibro tanto mental como corporal está llegando ya a otros sectores, mucho más allá de la propia filosofía. El zen es una forma de vida, un estilo de entender el mundo y de poner en práctica los consejos de meditación pero también de orden que la propia filosofía se encarga de expandir desde su origen en Japón, aunque lo que nos llega hoy día se puede definir como un zen global, ya que ha pasado por otros países asiáticos e incluso tienen influencias americanas y europeas. El zen, según los que lo han probado, funciona, así que, ¿por qué no utilizarlo también en casa, con nuestros muebles, con todo lo que tenemos en nuestro hogar?

La decoración zen sirve para complementar todo ese orden que hemos colocado en nuestra vivienda, en el que cada mueble, cada silla y ahora también cada cuadro y cada detalle debe estar en armonía con todo lo demás, para servirnos a nosotros también de espacio de liberación mental. Es una forma muy especial de hacernos sentir cómodos en el espacio vital en el que pasamos muchas horas. Hay quien se ocupa solo de la decoración zen en el dormitorio, para que le ayude a dormir, pero nosotros consideramos que se puede llevar a todo nuestro hogar, con los evidentes beneficios que eso supone. Pongámoslo en práctica y conozcamos todos los detalles de la decoración zen, para permitir que las energías fluyan.

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Qué es la decoración zen

La decoración zen forma parte de esta filosofía de vida budista, que es más bien una manera de poner en práctica esas ideas teóricas sobre cómo las energías fluyen y cómo nosotros debemos buscar el punto de equilibrio perfecto para que ese fluir nos sea positivo. Siguiendo esas normas, la decoración zen nos permite tener un espacio vital en nuestro hogar sin muchos alardes, donde todas las energías puedan fluir para hacernos sentir cómodos. Se podría decir que ese es el principal objetivo en la decoración zen, permitirnos disfrutar de la paz y la tranquilidad en nuestro hogar, haciendo que todo eso que llevamos dentro fluya y salga afuera si es negativo, o se retroalimente si es positivo, para hacernos sentir a gusto en todo momento.

Cómo decorar estilo Zen

La decoración zen se basa en dejar fluir las energías, así que uno de sus principales motores es no colocar demasiados muebles en una habitación. No vamos a decir que solo tengamos los funcionales, pero más allá de eso procuraremos evitar recargar el ambiente, algo tan típico en muchas casas, para no tenerle miedo al especio vacío, porque también puede ser muy positivo para nosotros. La decoración zen se basa en la ubicación idónea de nuestros muebles y en saber escoger correctamente los cuadros, las lámparas y todos los demás complementos de decoración que podamos imaginar para nuestra vivienda. Todo ello debe ir en los mismos tonos, normalmente claros o pasteles, para incidir en esa idea de paz y tranquilidad. Todo debe estar en perfecta armonía.

Decoración Zen salón

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El salón es sin lugar a dudas una de las zonas más importantes de nuestra vivienda, porque es aquí donde pasaremos un montón de ratos con la familia, un montón de nuestro tiempo libre, ese en el que nos quedamos en casa. Según la decoración zen, nuestro salón debería ser un espacio abierto, donde pueda entrar mucha luz natural y donde la claridad lo inunde todo, al menos en el momento en el que solemos pasar allí. Los muebles deben ser sencillos, para nada aparatosos, y cuanto menos mejor. Es una teoría que engarza con todo el minimalismo, aunque en este caso podemos coger más muebles, pero siempre guardando la armonía que tendremos preparada para el salón, muebles que nos sirvan para estar a gusto y cómodos en este lugar, sin que nada rompa toda esa visión. Es lo más complicado de lo zen, que debemos elegir todo el conjunto a la vez, para evitar disonancias.

Decorar jardín Zen

Otro de los puntos clave donde podremos sacar mayor partido al tema de la decoración zen es el jardín. Está claro que no todo el mundo disfruta de jardín en casa, pero si lo tienes, aunque sea un pequeño lugar de esparcimiento, o incluso un pequeño patio donde poder colocar plantas y macetas, también puedes aprovecharlo en torno a la filosofía zen. Colocando pequeños arbustos, como los bonsáis, y también una parte de tierra o arena con rocas, cerca de la que meditar, el jardín zen que montes en casa puede ser el lugar perfecto para sentirte en paz contigo mismo y olvidarte de todos los problemas, durante el rato diario de meditación que siempre se aconseja llevar a cabo. Puedes buscar también alguna fuente pequeña, si tu jardín es lo suficientemente grande como para ponerla allí, o incluso un pequeño estanque de peces coloridos.

Decoración Zen baño

Pues sí, el baño también puede tener toques zen si lo preparamos correctamente. Y tiene todo el sentido del mundo, porque si contamos con una bañera, por ejemplo, el momento de estar en el baño será uno de los más relajados que podamos tener en todo el día. Seguiremos con la misma dinámica que en las otras estancias, pocos muebles, en tonos claros o apagados para fomentar la relajación y sobre todo, con un orden real. No vale de nada querer tener un baño zen si luego dejamos la ropa o las toallas tiradas de cualquier manera. Las pequeñas velas redondas suelen ser una alternativa maravillosa para crear ese ambiente tan especial y relajante que nos hará olvidarnos de todo, y disfrutar de nuestro baño, también con ese toque zen que ayuda a la armonía.